La opinión de... Daniel Martín
El 1 de enero de 2011 se cumplieron 4 años desde la entrada en vigor del Tratado Fundacional de la Unión Micronacional Europea.
Aquel ya lejano 1 de enero de 2007, la UME empezaba a dar sus primeros pasos siendo el único organismo de micronacionalismo serio en Internet, y cuando apenas existían 13 micronaciones activas dispuestas a empezar a trabajar para tener que ofrecer una alternativa a la ciudadanía que difiera de los macroestados.
No hay dudas, pues si tontas son las muchedumbres en los recorridos fáciles, se muestran intratables cuando la vida les atañe de forma clara y directa. Y ese es el horizonte actual para el micronacionalismo hispano y secesionista. La paciencia es una santa virtud hasta para los radicales laicos.
Hoy hay más “tontos” que nunca haya habido en la historia del grueso ciudadano, y a poco que se sepa algo de esta disciplina, el pepinazo popular viene a ser de campeonato.
Vemos a diario que los malos, muy listos y poderosos todos ellos, corriendo como liebres desde hace tiempo y todavía no han batido el récord asignado por los dioses para esta crucial olimpiada. Para no hablar de que el inabarcable público, ni siquiera ha sacado el pelo al patio.
Y pese a todo aún queda la UME, el último refugio de los gladiadores del micronacionalismo serio, responsable, democrático; el del futuro.
